Querido amigo:
Hoy vengo a contarte un caso curioso sobre un libro que publicaron en 1999, del cual decidieron hacer una película trece años después. Se trata de Las ventajas de ser un marginado, de Stephen Chbosky.
Este «Del papel a la pantalla» va a ser muy agradecido, porque la película constituye un complemento perfecto para el propio libro, algo muy difícil de conseguir… a no ser que la adaptación y dirección de la película corran a cargo del propio autor del libro (que es el caso que hoy nos ocupa).
Las ventajas de ser un marginado cuenta, a través de una serie de cartas dirigidas a un «amigo» desconocido, la historia de Charlie. Charlie es un chico muy poco convencional (de hecho, adoraría que le hayamos descrito así): tiene problemas para relacionarse con los demás, pero es tremendamente inteligente. A Charlie no le han ido del todo bien las cosas por una serie de motivos que ahora no vienen al caso desvelar (pero lee el libro o ve la película y te enterarás), pero este primer curso en el instituto traerá nuevos amigos y profesores que le enseñarán a «implicarse» en la vida y dejar de ser un mero observador.
Algo que se puede decir tanto de la película como de la novela es que su tono intimista hace que la historia llegue directamente al corazón del público. Charlie, papel que en la película interpreta Logan Lerman (también conocido por ser el Percy Jackson de las obras de Rick Riordan), es un personaje al que se coge cariño desde el principio.
Hasta cierto punto, los dos amigos que acabarán por cambiarle la vida a Charlie, Sam y Patrick, encarnados por Emma Watson (nuestra querida Hermione) y Ezra Miller (Tenemos que hablar de Kevin), tienen más fuerza en la versión cinematográfica. Esto probablemente se debe a que, al ser una novela epistolar, en el libro Charlie es narrador de sus propios pensamientos; sí, también nos habla de situaciones que le han pasado durante el día, pero pocas veces vamos a encontrar diálogos o la interacción entre personajes a la que estamos más acostumbrados. En la película, vemos a los Sam y Patrick que Chbosky imaginó en un primer momento, y comprendemos mejor lo extraordinarios que son.
La película de Las ventajas de ser un marginado es perfecta para los que necesiten historias de ritmo rápido y quieran ver, oír y sentir la relación de estos tres amigos. La novela, que en ocasiones narra situaciones difíciles de imaginar por la falta de detalles del propio Charlie, es un indispensable para cualquier amante de la literatura. Sus profundas y sagaces reflexiones sobre el amor, el sexo, las drogas, la amistad y la familia atrapan al lector de una forma única e inigualable.
Ahora bien, si de verdad quieres descubrir lo que es «ser infinito», no renuncies a ninguna de las dos. Te prometemos que Stephen Chbosky se ha encargado personalmente de que Charlie sea alguien imposible de olvidar.
Con mucho cariño,
Lucía Gayo.