Alexandria no esta muy segura de si llegará a su dieciocho cumpleaños, a su Despertar. Una orden de fanáticos ya olvidada quiere matarla y, si el consejo descubre lo que realmente ocurrió en las Catskills, todo habrá terminado para ella… y también para Aiden.
Por si eso no fuera suficiente, a medida que Seth y Álex pasan tiempo «entrenando» —que realmente es el eufemismo con el que Seth define estar muy cerca y mucho contacto cuerpo a cuerpo— otra marca del Apollyon aparece en su cuerpo, dejándola, antes de lo esperado, más cerca de Despertar.
A medida que su cumpleaños se acerca, todo su mundo se resquebraja ante una sorprendente revelación, dejándola atrapada entre el amor y el destino. Uno hará todo lo posible para protegerla. El otro ha estado mintiéndole desde el principio.
Ahora que los dioses se han dejado ver, desatando su ira, muchas vidas cambiarán de forma irrevocable… o serán destruidas.
Aquellos que sigan en pie podrán descubrir si el amor es realmente más fuerte que el destino…
Kitzia Cassiar tiene un extraño don que puede parecer un regalo, pero que es una maldición, porque lo que aparentemente podría ser felicidad es en realidad un vacío. Vive en un pequeño y aburrido pueblo donde su vida transcurre como la de cualquier adolescente a pesar de su don: instituto, fiestas, estudios y reuniones con sus amigos. No figura entre las chicas populares del instituto, su familia vive absorta en sus propios problemas y ella sabe que no acaba de encajar en el mundo. Hasta que un día conoce a un misterioso joven que dará un inesperado giro a su vida y a la de sus amigos. Todos se verán envueltos en una misteriosa historia urdida en un pasado.
A Karla Quintero nunca le ha preocupado demasiado ser una negada para las relaciones. Le da igual que los chicos se asusten por sus comentarios directos o su actitud un poco marimacho, ella no necesita un novio... o por lo menos eso pensaba hasta que una apuesta puso en duda su capacidad para ligar. Decidida a mantener su orgullo intacto, está dispuesta a hacer lo que sea para ganar esa apuesta.
Luis Monzón tiene una cosa clara: no quiere problemas. Y las relaciones amorosas son un gran problema. Roto, después de haber perdido demasiado, sólo desea pasar su último año de instituto en paz. Por desgracia la paz se ve interrumpida cuando Karla se cruza en su camino y pone su vida patas arriba."