Mis andaduras por la literatura comenzaron desde muy pequeño. En busca de nuevas recomendaciones que saciaran mi sed lectora encontré El Templo, pero no fue hasta 2013, cuando comencé a perderme entre sus puertas y a aportar mi pequeño granito de arena en forma de reseñas. Desde entonces no he parado de descubrir grandes libros y, lo que es mejor aún, grandes personas con las que compartir mi afición por la lectura.