(Es la segunda parte de la saga. Cuidado, lector, porque esta reseña contiene spoilers de Delirium.)
Al final de Delirium, Lena conseguía escapar dejando atrás a Alex. Pandemonium cuenta la historia en dos líneas temporales distintas, ahora y entonces: entonces, cuando llega a Tierra Salvaje donde es rescatada por Raven, cabecilla de un grupo de inválidos de la zona, y ahora, donde Lena forma parte de La Resistencia y está infiltrada en la sociedad neoyorquina.
La Resistencia le encomienda una misión: no perder de vista a Julián Fineman, hijo del presidente de la ASD (America Sin Deliria), durante un mitin multitudinario que tendrá lugar en el centro de la ciudad. Cuando el mitin va a dar comienzo, Carroñeros toman la zona provocando el caos y secuestrando a Julián. Lena los sigue hasta una estación de metro con el fin de no fracasar en su misión, pero es secuestrada junto con el chico y ambos son recluidos a la espera de un rescate. Durante su encarcelamiento Lena se ve inmersa en un conflicto interno: seguir adelante y olvidar a Álex o permanecer aferrada a su recuerdo.
En esta novela Lauren Oliver despeja todas las dudas que surgieron en el primer libro acerca de la vida en Tierra Salvaje. La narración del entonces nos muestra la evolución de Lena, su capacidad de adaptación y cómo va madurando y superando el duro golpe de la pérdida de Álex y toda su vida anterior en Portland. Además, nos retrata una nueva Lena en el ahora más fría y madura aunque, a veces, vulnerable.
Pandemonium arranca lentamente, pero pasadas las cien primeras páginas la novela adquiere un ritmo vertiginoso. Lauren Oliver crea diálogos verosímiles, en los que se advierte la diferencia entre curados e inválidos, y descripciones amenas. Y una vez más vuelve a sorprender al lector con un final que parecía imposible.
Si te gustó Delirium, desde El Templo te animamos a que leas la segunda parte y esperes pacientemente la tercera, Requiem, que se publicará en 2013.
Este libro me gustó mucho. Si Delirium ya tenía acción, Pandemonium, mucha más. Te hace pensar en la gente que no lucha porque no conoce otro mundo, y por eso no se lo cuestiona.
Lauren Oliver demuestra su pericia para narrar una buena historia y engancharnos a los lectores adultos gracias a su prosa.
El libro me enganchó muchísimo, a la altura del primero. Si os gustan las distopías, no os podéis perder esta. Coincido en la lentitud de la primera parte del libro, pero eso no es malo, ya que la autora tiene una forma de describir las situaciones que hace que no resulte nada tediosa. A la espera de Requiem. ¿Sabéis en qué mes se publicará?