Érase una vez un hombre malvado y poderoso, que ocultaba un terrible secreto. Érase una vez un padre autoritario e intolerante, más preocupado por su reino que por su familia. Érase una vez una princesa que, antes que casarse, prefería pasar siete años encerrada en una oscura torre. Y érase una vez una doncella, pobre y sin familia pero valiente y alegre, que se vio obligada a encerrarse en la torre con su señora.
Dashti, la humilde doncella, decide escribir un diario para hacer más llevadera la espera. Al principio la torre no le parece tan mal encierro, tiene comida y un sitio donde dormir, pero a medida que pasa el tiempo su situación se vuelve más desesperada: los guardias que las custodiaban no dan señales de vida y Kahn Tegus, el prometido de Lady Saren, no ha acudido a rescatarlas. ¿Se acordará alguien de ellas?
El primer libro de Shannon Hale, La princesa que hablaba con el viento, se basaba en el relato de los hermanos Grimm, La cuidadora de gansos. Los personajes que creó para esa historia y el universo fantástico que los rodeaba siguieron vivos en su imaginación, así que la saga de Baviera creció con El fuego de Enna, Los secretos del río y Forest Born (que aún no se ha publicado en España), donde Isi cedía su protagonismo a los personajes secundarios de la primera novela, que nos han ido contando sus historias. También publicó Academia de princesas, una novela independiente galardonada con el premio literario Newbery Honor en 2006.
Este mes llega a nuestra mesa de novedades El diario de los mil días, donde Shannon Hale vuelve a inspirarse en un cuento de los hermanos Grimm (esta vez, La doncella Maleen) para crear una historia más compleja, llena de giros inesperados y con un argumento difícil de predecir. La autora hace gala de un lenguaje cuidado que refleja muy bien los sentimientos de la protagonista y se ajusta a la perfección a las experiencias que ha vivido, ayudando a dibujar al personaje. El cuento adquiere realismo bajo la pluma de Shannon Hale: los días en la torre se vuelven más solitarios, el malvado Lord Kashtar atemoriza al lector y la historia de amor, que se desarrolla lentamente, gana protagonismo. Tal vez el final sea un poco inverosímil, pero en este caso merece la pena hacer la vista gorda.
El diario de los mil días está lleno de detalles: las canciones que canta Dashti para curar, los nombres de los distintos reinos, la evolución de la protagonista… En definitiva, una versión original e interesante de un cuento de hadas y una preciosa historia de amor.