Katie Ellison tiene dos problemas: los chicos y las mentiras. Es guapa, inteligente y popular, y desde hace cuatro años sale con Seth, el capitán del equipo de fútbol americano, por lo que es la envidia de todas las chicas. Lo que pasa es que Seth es un poco aburrido: no es que sea tonto, pero es muy callado y no parece pensar en otra cosa que no sea el fútbol, así que no puede evitar liarse de vez en cuando con Eric. Todos los días, en realidad, antes de ir al restaurante donde trabaja. Y claro, eso desencadena un montón de mentiras.
Pero puede que sus problemas en realidad empezaran mucho antes. Tal vez el único problema sea que necesita agradar a todo el mundo. Pero para eso tiene que fingir que le gustan los “quahogs” (una almeja típica de su pueblo) aunque en realidad cree que saben a goma, que le gustan los Quahogs (no, no me estoy repitiendo: esta vez me refiero al equipo de fútbol americano al que pertenece su novio), que quiere ser Princesa Quahog (lo sé, es tremendo, ¡pero necesita dinero para comprarse una cámara de fotos profesional!) y que no era amiga de Tommy Sullivan. Un momento, ¿Aún no he hablado de Tommy Sullivan? Pues ese es, probablemente, el mayor de sus problemas, sobre todo ahora que ha vuelto y es tan, tan guapo.
Seguramente ya conozcáis a Meg Cabot, por sus libros de El diario de la princesa (en los que se basa la película de Princesa por sorpresa), pero lo cierto es que esta autora ha publicado muchos más libros en el mundo anglosajón, y son todos extraordinarios. Su estilo a la hora de escribir hace que la protagonista se gane siempre al lector aunque sea, como en este caso, un poco ligerilla de cascos, y es evidente que tiene facilidad para imaginar historias de amor que funcionan a la perfección y para contarlas de manera que parezcan tan emocionantes como cualquier novela de aventuras.
Así que, si quieres pasar un rato divertidísimo este verano, coge el libro, olvida a la chica de la portada (de hecho, forra el libro) y sumérgete en la nueva novela de Meg Cabot.